A partir de 2025, los vehículos sin etiqueta ambiental podrán circular por Madrid, pero con condiciones específicas. El Ayuntamiento de Madrid ha anunciado que permitirá esta circulación únicamente a aquellos vehículos empadronados en la ciudad. La medida busca facilitar la transición a las nuevas normativas medioambientales mientras se mantiene la restricción para los vehículos no empadronados.
Periodo de aviso de 12 meses para residentes
El delegado de Movilidad del Ayuntamiento, Borja Carabante, explicó que los vehículos sin etiqueta ambiental que estén empadronados podrán circular por toda la ciudad durante el año 2025. Este plazo de 12 meses servirá como un periodo de aviso, durante el cual no habrá sanciones, sino notificaciones informativas enviadas al domicilio de los infractores.
Esta medida se enmarca dentro de la implantación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de Madrid, que entrará plenamente en vigor el 1 de enero de 2025. A partir de esa fecha, las restricciones aplicarán de manera definitiva a los vehículos sin etiqueta ambiental clasificados como tipo A.
¿Quién puede circular a pesar de no estar empadronado?
El Ayuntamiento ha definido varias exenciones para ciertos casos específicos:
- Autónomos mayores de 59 años con vehículos tipo A de más de 3,5 toneladas.
- Familias que necesiten trasladarse a centros médicos u hospitalarios para tratamientos específicos.
- Compradores de vehículos de bajas emisiones que aún no hayan recibido su nuevo coche por retrasos en la fabricación.
- Vehículos históricos y aquellos que transporten a Personas con Movilidad Reducida (PMR).
Sanciones a partir de 2025
Desde la entrada en vigor de la ZBE, circular sin autorización será considerado una infracción grave de tráfico, sancionada con multas de 200 euros (reducidas a 100 euros si se realiza el pronto pago). La normativa se aplica a todas las Zonas de Bajas Emisiones del territorio nacional desde 2022, conforme a la legislación vigente.
Con estas medidas, el Ayuntamiento busca equilibrar la necesidad de reducir la contaminación con las demandas de los residentes, ofreciendo un periodo de adaptación antes de aplicar plenamente las restricciones en 2025.
