La histórica catedral de París vuelve a recibir visitantes después de cinco años de restauración
Tras el devastador incendio que arrasó parte de Notre Dame en abril de 2019, la icónica catedral parisina reabrirá sus puertas el próximo 8 de diciembre. Este esperado regreso viene precedido por un acto ceremonial el día 7, presidido por el arzobispo de París y con la presencia del presidente Emmanuel Macron, líderes internacionales y mecenas.
Desde el 8 hasta el 16 de diciembre, Notre Dame abrirá sus puertas al público con un horario extendido hasta las 22:00 horas. A partir del 16, la catedral retomará su funcionamiento habitual.
Reservas gratuitas y acceso limitado
Para visitar la catedral durante su reapertura, será necesario realizar una reserva gratuita a través de una plataforma online, disponible a principios de diciembre. Esto busca minimizar las largas esperas en la entrada.
Los visitantes podrán elegir entre reservar la víspera, el día anterior o el mismo día de su visita. Aun así, quienes no realicen una reserva podrán acceder haciendo cola en la explanada frente al monumento.
La catedral ya ha registrado cerca de 40.000 peregrinos inscritos, entre ellos 8.000 escolares, para recorridos silenciosos de 30 minutos que incluyen cinco estaciones alrededor del edificio. A partir de marzo de 2025, también se habilitará una plataforma específica para coordinar visitas en grupo, que podrán acceder a la catedral a partir del 9 de junio del próximo año.
Un monumento de récord
Antes del incendio, Notre Dame era el monumento más visitado de Francia, con 14 millones de visitantes anuales en 2018, superando a otros puntos turísticos globales como la Gran Muralla China, la Torre Eiffel o el Coliseo de Roma.
Debate sobre el cobro de entradas
La reapertura ha reavivado el debate sobre la gratuidad del acceso al interior de la catedral. La ministra de Cultura de Francia, Rachida Dati, ha propuesto implementar una tarifa simbólica de cinco euros para los turistas, lo que podría generar 75 millones de euros anuales destinados a la restauración de iglesias en todo el país.
Esta idea ha recibido apoyo de figuras como Valérie Pécresse, presidenta de la región de París, quien sugiere que esta tasa se limite a los turistas, permitiendo que los fieles accedan gratuitamente a los oficios religiosos.
Con su reapertura, Notre Dame no solo vuelve a ser un punto clave del turismo mundial, sino también un símbolo de resistencia y renovación para Francia y su patrimonio cultural.