El debate sobre la tasa turística llega a Londres. Recientemente, el alcalde Sadiq Khan ha confirmado que está considerando aplicar un impuesto a los visitantes que se alojen en la capital británica, inspirándose en los modelos implantados en ciudades como Barcelona, Roma y Venecia.
Este enfoque busca explorar cómo la recaudación podría beneficiar a Londres, financiando iniciativas como servicios públicos o mejoras en infraestructuras. La medida sigue los pasos de Manchester, donde un informe reciente demostró que el City Visitor Charge generó 2,8 millones de libras en su primer año.
Opiniones divididas sobre el impacto económico
Mientras que algunos sectores apoyan la propuesta, como Claire Holland de London Councils, que defiende la descentralización fiscal en la ciudad, otros son más críticos. Kate Nicholls, de UKHospitality, advirtió que esta tasa podría ser «perjudicial» en un contexto donde el turismo aún no se ha recuperado completamente tras la pandemia.
El modelo europeo como referencia
En ciudades como Barcelona, los turistas pagan 4,95 euros por noche en hoteles de lujo, mientras que en París esta cifra puede alcanzar los 8,13 euros. Venecia, por su parte, planea duplicar su impuesto para los visitantes que no pernoctan en 2025. Estos casos se analizan para determinar cómo adaptar el sistema a la realidad londinense.
La iniciativa también cuenta con el respaldo de sectores políticos como los Verdes y los Liberales Demócratas, que sugieren destinar los ingresos a servicios específicos, como baños públicos o el sector de la vida nocturna.