Expertos llevan años debatiendo si hay un lugar más seguro para sentarse en caso de emergencia. Aunque las estadísticas parecen ofrecer pistas, la seguridad en vuelo depende de muchos factores más allá del asiento que elijas.
Lo que dicen las estadísticas sobre los asientos traseros
Un estudio realizado en 2015 por Time analizó datos de 35 años recopilados por la Administración Federal de Aviación (FAA) sobre accidentes aéreos con supervivientes. Según este análisis, los asientos situados en la parte trasera del avión presentaban una tasa de mortalidad del 32%, notablemente inferior al 39% de la zona central y al 38% de la delantera.
En particular, los asientos del centro trasero registraron la menor tasa de fatalidad, con un 28%, mientras que los de pasillo en la zona central resultaron ser los más peligrosos, alcanzando un 44% de mortalidad.
La aleatoriedad de los accidentes
Sin embargo, los autores del estudio subrayaron que la supervivencia en un accidente aéreo es altamente aleatoria, ya que factores como la ubicación del impacto, el tipo de accidente y las condiciones del entorno tienen un papel crucial. “La probabilidad de fallecer en un accidente depende más de las circunstancias del incidente que del lugar donde se siente el pasajero”, explicaron.
Los límites de los estudios
Christine Negroni, periodista y especialista en seguridad aérea, destaca que los estudios sobre asientos seguros tienen importantes limitaciones, ya que se basan únicamente en accidentes fatales, que representan menos del 5% de los incidentes aéreos.
Según Negroni, hay otros factores clave que afectan directamente las posibilidades de supervivencia, como el lugar donde el avión recibe el impacto inicial, el correcto funcionamiento de las medidas de seguridad, la capacidad de respuesta de la tripulación y los peligros externos, como incendios o explosiones posteriores al impacto.
Ejemplo real: el accidente del vuelo 214 de Asiana Airlines
Un ejemplo claro de esta complejidad fue el accidente del vuelo 214 de Asiana Airlines en 2013, cuando un Boeing 777 que aterrizaba en San Francisco golpeó un dique y se incendió. A pesar de lo grave del incidente, 304 de los 307 ocupantes sobrevivieron, y las dos víctimas mortales no llevaban puesto el cinturón de seguridad en el momento del impacto.
Este caso refleja que no solo importa el lugar donde estés sentado, sino también seguir las medidas de seguridad básicas durante el vuelo.
