La Consejería de Turismo y Empleo de Canarias ha desencadenado un debate al anunciar un plan de inversión de 700.000 euros para atraer a nómadas digitales a las islas.
En medio de una emergencia habitacional, donde la población local enfrenta dificultades para encontrar vivienda, esta estrategia ha suscitado críticas y tensiones en la comunidad.
La crisis de vivienda en Canarias se ha agravado en los últimos años, marcada por una ralentización en la construcción de nuevas viviendas y el crecimiento del turismo, especialmente en modalidades como el alquiler vacacional de larga estancia. Esta situación ha provocado un aumento en la crispación social y un cuestionamiento del modelo turístico actual, con los nómadas digitales en el centro del debate.
Manifestaciones contra los nómadas digitales
Hay manifestaciones programadas para el 20 de abril en varias islas bajo el lema «Canarias tiene un límite«, exigiendo protección del acceso a la vivienda para la población local y restricciones a la compra de propiedades por parte de extranjeros no residentes. En este contexto, la inversión en la atracción de nómadas digitales parece una decisión polémica y poco oportuna por parte del gobierno canario.
Canarias, ¿la nueva Bali?
La Consejera de Turismo y Empleo, Jessica de León, defiende la estrategia, resaltando el valor económico que los nómadas digitales aportan a las islas. Se argumenta que en 2022, más de 86.000 personas teletrabajaron temporalmente desde Canarias, generando una facturación turística superior a los 167 millones de euros.

Sin embargo, estas cifras no abordan el impacto social y las tensiones que esta comunidad puede generar en un momento de crisis habitacional.
El debate continúa sobre si los beneficios económicos justifican el impacto social de los nómadas digitales en Canarias, mientras la población local sigue luchando por encontrar soluciones a sus problemas de vivienda.
La pregunta que surge en medio de la polémica es recurrente y ya la hemos visto en Cataluña o Baleares con anterioridad: ¿Son políticas sostenibles a largo plazo?