El gobierno de Venezuela ha decidido extender por 30 días más la prohibición de vuelos comerciales con Perú, Panamá y República Dominicana.
Esta medida, que se suma a las restricciones ya vigentes desde hace meses, busca limitar el flujo aéreo internacional como parte de su respuesta a la pandemia de COVID-19. Aunque las conexiones con estos 3 países seguirán suspendidas, se mantienen las excepciones para vuelos humanitarios, de carga y operaciones especiales. La decisión ha generado incertidumbre en la región, afectando a miles de pasajeros.
¿COVID… o impedir una emigración masiva de venezolanos?
Esta nueva extensión de la prohibición llega en un momento de creciente preocupación para las aerolíneas y los pasajeros, ya que el régimen venezolano mantiene una postura estricta frente a la reactivación de los vuelos comerciales.
La medida ha generado críticas tanto a nivel nacional como internacional, ya que afecta no solo a los turistas, sino también a quienes dependen de estas rutas para fines laborales o familiares. Panamá, Perú y República Dominicana son destinos clave para los venezolanos, lo que aumenta la frustración entre los viajeros varados.
A pesar de las restricciones, el gobierno venezolano ha mostrado poca intención de flexibilizar su postura en el corto plazo. La extensión de la prohibición podría tener impactos económicos significativos, afectando a las aerolíneas y a las conexiones comerciales con estos países, mientras que los pasajeros siguen enfrentando dificultades para encontrar alternativas de viaje.