El Everest bajo toneladas de basura: Impactantes imágenes de la montaña mágica

Manu Borrella

El monte Everest, símbolo de aventura y desafío, enfrenta una crisis ambiental causada por el turismo masivo. Cada año, la montaña recibe toneladas de desechos dejados por escaladores y excursionistas, incluyendo oxígeno usado, basura y desechos humanos. Sin embargo, varios grupos están trabajando arduamente para combatir esta situación y preservar este tesoro natural para las futuras generaciones.

La problemática de la basura en el Everest

En el Campo Base del Everest se generan al menos 40 toneladas de basura anuales. Muchos alpinistas abandonan equipos y desechos en la montaña, y las condiciones extremas dificultan su descomposición. Incluso el último miembro superviviente del equipo de Edmund Hillary, Kanchha Sherpa, ha descrito la cima como «llena de basura» y, con el deshielo, estos desechos fluyen hacia las zonas bajas de la montaña.

 La cima del Everest cubierta de basura. Foto de Michelle Heimerman

Iniciativas para una montaña más limpia

Organizaciones locales como Sagarmatha Pollution Control Committee (SPCC) y Sagarmatha Next están liderando esfuerzos para recoger y reutilizar estos desechos. La SPCC gestiona 120 contenedores en la región del Everest, recolectando entre 40 y 50 toneladas de basura anuales. Por su parte, Sagarmatha Next recicla desechos, transformándolos en arte, desde esculturas hechas con tapas de botella hasta obras de gran tamaño en una galería de alta altitud. Además, iniciativas como Carry Me Back permiten que los turistas lleven de vuelta 1 kilo de basura al descender, participando así en la limpieza.

Cambios para reducir el impacto medioambiental

Para reducir la contaminación humana, en 2024 se implementaron bolsas de residuos para los escaladores, alcanzando una tasa de éxito del 40%. También, se están desarrollando drones que ayudarán a transportar basura desde áreas difíciles, como la cascada de hielo de Khumbu.

El impacto del cambio climático en el Everest

El cambio climático complica aún más la situación: el deshielo de glaciares crea lagos inestables, como los que causaron un deslizamiento de tierra en la aldea de Thame. Para mitigar estos riesgos, se han instalado sistemas de recolección de datos climáticos en el Everest, que permiten anticipar cambios climáticos y fenómenos como avalanchas.

Deja un comentario