La isla indonesia busca frenar la construcción de nuevos hoteles y villas en el sur para preservar su territorio agrícola y frenar el turismo masivo.
Bali está considerando detener temporalmente la construcción de nuevos hoteles y villas en la región sur de la isla, especialmente en Sarbagita (Denpasar, Badung, Gianyar y Tabanan), debido a la creciente preocupación por el exceso de desarrollo y la conversión de tierras agrícolas en áreas turísticas. Según Sang Made Mahendra Jaya, gobernador interino de la isla, se ha solicitado formalmente al gobierno central en Yakarta que implemente esta medida.
El ministro de Turismo y Economía Creativa, Sandiaga Uno, confirmó que el plan se discutirá en una próxima reunión con el presidente Joko Widodo. La propuesta ha recibido el apoyo de académicos y sectores del turismo, quienes consideran urgente regular la construcción en esta zona para evitar que el turismo masivo continúe alterando el entorno local.
Crecimiento del turismo en Bali
Desde la pandemia, Bali ha experimentado un repunte significativo en la llegada de turistas. En 2021, solo 51 turistas extranjeros visitaron la isla, mientras que en 2023 la cifra subió a 5.3 millones. Este año, la tendencia continúa al alza, con 3.89 millones de turistas extranjeros entre enero y julio. Los australianos lideran el ranking de visitas, seguidos por turistas de India y China.
Este crecimiento ha llevado a una oleada de nuevos desarrollos, lo que a su vez ha generado preocupaciones sobre la sostenibilidad del modelo turístico actual. Zonas como Nusa Dua, Jimbaran y Ubud se han convertido en focos de desarrollo inmobiliario, con villas que van desde los 2.2 hasta los 5 mil millones de rupias (entre 143,000 y 325,000 dólares).
Problemas locales: pérdida de tierras agrícolas
Uno de los efectos más visibles de este auge turístico es la conversión de campos de arroz en villas de lujo. Gianyar y Tabanan, áreas clave para la agricultura, están viendo cómo sus tierras se pierden ante la demanda creciente de propiedades. El aumento de inversiones extranjeras y la facilidad para obtener visados dorados están contribuyendo a este fenómeno.
Kadek Adnyana, fundador de la Asociación de Alquiler y Gestión de Villas de Bali, señaló que la competencia desleal de villas gestionadas por extranjeros sin permisos adecuados está perjudicando a los empresarios locales, quienes sí operan legalmente.
Otras preocupaciones: turistas problemáticos y cultura local
El turismo masivo también ha traído otros problemas. Según el ministro Luhut Binsar Pandjaitan, se están auditando áreas como Canggu debido a la conversión ilegal de tierras agrícolas en propiedades residenciales. Además, el comportamiento inapropiado de algunos turistas extranjeros está generando preocupaciones sobre la preservación de la cultura balinesa.
El año pasado, Bali deportó a 340 extranjeros por diversas infracciones, incluidas sobreestadías y trabajo ilegal. El ministro Luhut subrayó la importancia de promover un turismo de calidad, destacando que Bali no debería ser un destino para espectáculos nudistas ni comportamientos que atenten contra la cultura local.
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