Baleares se posiciona en la vanguardia de la lucha contra el turismo desenfrenado: un adiós rotundo al consumo de alcohol en las calles. Después de cuatro años de un decreto antiexcesos que ha marcado un precedente en la regulación del turismo, las Islas Baleares están listas para un cambio aún más radical, en pleno debate en España acerca de la turistificación y el turismo de borrachera.
El conseller de Turismo, Cultura y Deportes, Jaume Bauzá, ha desatado controversia al revelar las nuevas propuestas destinadas a fortalecer el control sobre el turismo de excesos. Estas medidas, anunciadas tras intensas negociaciones con representantes de sectores clave como el ocio nocturno, la restauración, el comercio y la hotelería, buscan equilibrar la experiencia turística con el bienestar de los residentes y la sostenibilidad del destino.
![Baleares se planta contra el turismo de borrachera: adiós al alcohol en la calle 1 gente bebiendo alcohol en la calle](https://noticiasviajeras.com/wp-content/uploads/2024/05/alcohol-en-la-calle-1-1024x683.jpg)
Las nuevas normas de Baleares contra el alcohol callejero
La medida más impactante es la prohibición del consumo de alcohol en espacios públicos, una respuesta directa a las preocupaciones planteadas por los empresarios sobre la venta de alcohol en horarios nocturnos.
Este cambio radical implica que ningún establecimiento podrá vender alcohol desde las 21:30 hasta las 8 de la mañana en áreas designadas como de excesos.
Además, en un gesto de transparencia y colaboración, el conseller Bauzá se comprometió a someter el texto legal a un análisis exhaustivo por parte de las diferentes asociaciones y patronales antes de su aprobación definitiva.
En una reunión histórica, Bauzá, acompañado del director general de Turismo, Josep Aloy, dialogó con líderes como Miguel Pérez Marsá de Abone (Asociación de Ocio Nocturno), Alfonso Robledo de Restauración-CAEB, Toni Gayá de Afedeco (Federación de Comercio), y Luis Miguel Ferrer en representación de los hoteleros de Platja de Palma.
Este nuevo rumbo en la política turística de Baleares promete no solo abordar los excesos, sino también sentar las bases para un turismo más sostenible y respetuoso con el entorno y la comunidad local.