Viajar en avión puede ser complicado para cualquiera, pero los retrasos y cambios de última hora son especialmente desafiantes para las personas neurodivergentes y aquellas con discapacidades no visibles. A continuación, ofrecemos 5 recomendaciones esenciales para ayudar a estos viajeros a gestionar mejor estas situaciones, según expertos en accesibilidad.
1. Ensayar situaciones de viaje en casa
Prepararse con antelación es fundamental. Para quienes tienen autismo, por ejemplo, practicar escenarios de viaje en casa puede ayudar a reducir la ansiedad.
Se recomienda simular el proceso de embarque, el paso por los controles de seguridad y el tiempo de espera en el aeropuerto. También es útil familiarizarse con herramientas que puedan aliviar molestias físicas, como tapones para los oídos o caramelos para aliviar la presión en los oídos durante el despegue y aterrizaje.
2. Llevar distracciones accesibles durante el vuelo
Contar con actividades o dispositivos que ayuden a mantener la calma es crucial. Se recomienda guardar estos elementos en el equipaje personal que se puede colocar bajo el asiento, evitando así el acceso complicado al compartimento superior.
3. Solicitar asistencia en el aeropuerto
Muchos aeropuertos ofrecen apoyo específico para viajeros con necesidades adicionales.
El Programa Girasol de Discapacidades Ocultas, por ejemplo, permite a los pasajeros llevar un cordón con forma de girasol que indica al personal del aeropuerto que están dispuestos a recibir ayuda.
Pedir información clara y específica también es clave para reducir el estrés en situaciones de incertidumbre.
4. Planificar con antelación y tener planes de respaldo
Investigar previamente los servicios y recursos del aeropuerto puede marcar la diferencia.
Tener un plan B para posibles imprevistos, como cambios de puerta o retrasos, ayuda a evitar sorpresas y a mantener el control durante el viaje.
5. Priorizar vuelos directos
Siempre que sea posible, optar por vuelos sin escalas minimiza el riesgo de interrupciones y facilita la experiencia de viaje. Esto reduce el tiempo en terminales desconocidas y evita problemas como conexiones perdidas.
Estas estrategias no eliminan por completo el estrés de viajar, pero pueden ayudar a hacer la experiencia más llevadera para los viajeros neurodivergentes y sus acompañantes.